Flipando en internet: los Pilares de la Creación ya no existen.

Hubble 25th Anniversary: Pillars of Creation
Image Credit: NASA, ESA, and The Hubble Heritage Team (STScI / AURA)

La imagen de los Pilares de la Creación (nombre mucho más romántico que el de las "trompas de elefante", que es la otra forma de denominarlas) es famosa, tanto como pueda serlo una fotografía de algo relacionado con la ciencia. Las columnas se encuentran en la Nebulosa del Águila, que se encuentra a 7.000 años luz de la Tierra, y su altura es de unos cuatro años luz. Un año luz son 9,46 × 10¹² km (9 460 730 472 580,8 km, para ser más precisos). 

Desde nuestra pequeña esfera flotante y azul, galaxias y nebulosas nos parecen inmutables, pensamos que los paisajes estelares que contemplamos son inmutables, están ahí fijos y permanentes, estaban miles de años antes de que llegáramos nosotros y seguirán allí por toda la eternidad. Pero no es así, a escala cósmica todo cambia también constantemente. 

Pero la realidad es que esta estructura gigantesca y espectacular, que se fotografió por primera vez en 1995, ya no existe.

Image Credit: NASA/ESA/Hubble Heritage Team (STScI/AURA)/J. Hester, P. Scowen (Arizona State U.)

Desaparecieron, destrozados por la explosión de una supernova que surgió hace 6.000 años. Con los telescopios se puede ver la supernova, avanzando imparable, destruyendo cuanto encuentra a su paso. Desde nuestra visión, en la Tierra, la onda expansiva aún no ha alcanzado los Pilares de la Creación. Para nuestros sentidos, aún están intactos.

Image credit: NASA/JPL-Caltech/ Institut d'Astrophysique Spatiale

Dentro de 1000 años nuestros descendientes disfrutarán de un espectáculo acojonante. La onda expansiva llegará a los Pilares y, tal y como fueron creados, serán arrasados por la fuerza de una estrella muerta. El halo fantasmal azulado que rodea los densos extremos de los Pilares se está calentando y evaporando al espacio. Hemos "cazado" los Pilares en un momento único de su vida.

Si lo piensas, lo entiendes. Como la luz tiene que viajar una distancia tan enorme, llega mucho tiempo después de que las cosas ocurren. Cuanto más lejos está lo que sucede, más tiempo tarda la imagen en llegar a nuestros ojos. El cielo que estamos mirando es el cielo de un pasado muy lejano, un cielo que estaba así hace siglos y, a menudo, hace milenios.

Que lo entiendas no significa que algo así no te haga sentir muy pequeño y muy intrascendente. Entiendo que haya a quien esa sensación le sea incómoda, o inquietante. A mí me gusta. Soy pequeña, soy un suspiro minúsculo que forma parte de algo inmenso y, sin embargo, a pesar de mi falta absoluta de importancia, soy feliz.

Y a veces leo cosas en Internet que me sorprenden, como esta, porque no las sabía ni había pensado en ellas, y entonces aún soy un poquito más feliz.

Si queréis ir al artículo original del que he copiado para escribir este, aquí lo tenéis (en inglés): http://gizmodo.com/5884206/the-pillars-of-creation-were-actually-destroyed-before-we-discovered-them